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Chile: Ficción de clandestinidad, desde alguna de las prisiones de esta sociedad carcelaria
Sábado 27 de octubre de 2012
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“Cuando los adjetivos calificativos descalifican el nombre propio deja de serlo
Volamos para la libertad...â€
Entro en la clandestinidad como quien entra en una cascada de agua.
Un buen dÃa habÃa despertado con un nombre y una historia -identidad le llaman-, el problema era el futuro.
Era la cárcel su próxima morada. Cuando se termino ese mismo dÃa nada de eso le era propio.
Lo que le habÃa constituido era un equipaje, una información que portaba fuera de las fronteras de su piel, iba con el como una sombra. Se habÃa extendido una grieta profunda entre él y su futuro previsto.
Los primeros dÃas se hicieron cortos. La adrenalina no le daba entrada al aburrimiento o la nostalgia, repasaba una y otra vez el pequeño trozo de papel , ya ajado, que tenia los datos básicos del nuevo yo. Si habÃan cosas fáciles, los nombres, el oficio eran cosas conocidas con estrecha relación a su vida propia; a la inmediatez de la realidad. Pero habÃan algunas muy difÃciles; los números siempre le habÃan sido esquivos, recordó lo acertado de su decisión: La carrera era la humanista. EL rut tenÃa ¡Una multitud de números! ¡En un orden irreproducible!
Iba a ser largo; esperaba que la grieta que le separaba del futuro oscuro, de la cárcel y su humedad, su frio perenne, sus ruidos sordos. Quedaran lejos al otro lado del abismo donde pretendÃa arrojar sus temores profundos. PodÃa asà derrotar la derrota.
Esos pensamientos le provocaban una risa nerviosa, se dibujaba en la boca la medialuna de su sonrisa, que dejaban ver sus dientes blanquitos. DebÃa contenerla; no vaya a traslucir su libertad a los seres oscuros de la Ciudad.
Pasaron algunos dÃas, y el tiempo no era tiempo; la carcajada ya no era tan fácil, habÃa menos éxtasis y más raciocinio, la sombra de su identidad seguÃa pegada a sus pies pensaba en los niños de Peter pan, que buscaban su sombra ¿Y si la perdiera? Le angustiaba la idea. Aun ese futuro oscuro que era parte de esa sombra le parecÃa parte de si mismo.
Pero bueno, sacudir la chaqueta y desembarazarse de la nostalgia. Los hijos van a crecer bien. La compa es fuerte y cariñosa. Le habÃa regalado un beso sempiterno, fuerte y sentido; con toda la piel, volvÃa permanentemente sobre esa imágenes. Le reconfortaban y también le hacÃan sentir su grande y cruda soledad.
Mas vale volver al sentimiento de victoria; la derrota de la derrota…es un alimento. Llena los pulmones, era un hombre feliz, nadie podÃa discutirlo. La vida viva se presentaba en el horizonte. HabrÃa tiempo, cada decisión del poder sobre su cuerpo habÃa dado de plano en el suelo.
VolvÃan las risas- y no era soledad; sabia de las risas de sus cercanos, de sus compañeros y de los otros, sabia que iba de la mano de las peores intenciones, y de los mas creativos tumultos de gente viva y muerte.
Observarse, viajar, fluir, cambiar, desarrollar esas otras habilidades, conocerse un poco mas. Amarse mucho, y todavÃa un poco más. EL miedo de escudo, la idea en la palma de las manos, volar y volar para la libertad…
Saludos estrechos y calurosos a las mujeres y hombres que compuestos de amor, alzan vuelo con alas propias.
-Libertad Estrella-